Nunca me han mordido, a pesar de años de poseer una serie de tarántulas con temperamentos defensivos y veneno potente. Sin embargo, acepto que es una posibilidad.
La forma más fácil de evitar ser mordido es evitar el alcance de los colmillos de una tarántula. Utilizo unas pinzas largas para realizar cualquier trabajo de mantenimiento que requieran sus recintos. Mientras tengo la puerta abierta, mantengo un ojo en el animal, alerta por cualquier signo de actitud defensiva. Si parece agravado, vuelvo en otro momento.
Algunas especies son extremadamente defensivas y saltadores muy rápidos y excelentes. Algunas veces se deben tomar medidas especiales, y los poseedores de estas especies deben tomarse el tiempo de aprender estas técnicas antes de adquirirlas.
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Una segunda forma de evitar las picaduras es tener una política estricta de “no intervención”. Las tarántulas son más una mascota de exhibición, como los peces, en lugar de una mascota de abrazos, como los gatos y los perros. La mayoría de las picaduras ocurren cuando se manipula una muestra. Solo tengo un par de tarántulas dóciles que manejo, y luego solo raramente, y solo si parecen susceptibles. Aprender a leer su lenguaje corporal ayuda mucho a prevenir las mordeduras, al igual que con cualquier mascota.