Los caballos son animales de presa. Se acercan a su entorno con una actitud de cautelosa curiosidad. La curiosidad los atrae a mirar e investigar nuevos estímulos. Su precaución los mantiene siempre en un estado de equilibrio entre calma y pánico.
Consideremos también que el campo visual del caballo es de aproximadamente 140 grados, lo que significa que no puede ver directamente frente a su cabeza, pero puede ver casi todo el camino hasta la cola mientras mira hacia adelante. Eso se expande si gira la cabeza. A diferencia de los humanos, los caballos no pueden inclinar la cabeza hacia atrás para mirar hacia arriba, por lo que no pueden ver lo que está arriba de ellos y muy cerca, solo lo que está arriba en la distancia. Tampoco pueden ver directamente debajo de sus cabezas. Bajan y levantan toda la cabeza para aclarar su visión de lo que les rodea.
Finalmente, la visión de los caballos no es binocular como la nuestra. Nuestros ojos están al frente y trabajan juntos para enfocarnos en una cosa. Ven cada vista lateral por separado.
- ¿Qué raza de perro podríamos decir que es la más independiente?
- ¿Cómo puede una sola persona acariciar a un perro?
- ¿Los animales como ovejas, vacas o caballos que se mantienen en campos húmedos y fangosos desarrollan problemas en los pies?
- ¿Por qué mi perro me esconde golosinas?
- ¿Es la reproducción el propósito de la vida vegetal y animal, excepto los humanos?
Si lo juntamos todo, es evidente que un caballo experimentará estímulos que nosotros no podríamos, y muchos de los objetos a su juicio los asustarán. En un esfuerzo por evitar sorpresas, los humanos aprendieron a limitar el campo de visión del caballo mediante el uso de luces intermitentes. El caballo parpadeado puede ver solo unos 90 grados o menos, por lo que es menos probable que se asuste y huya de una amenaza percibida. Hace que trabajar a caballo sea más seguro.
Los intermitentes se usan con mayor frecuencia en la pista de carreras donde no queremos que el caballo mire a los otros caballos, y cuando el caballo está en el arnés y enganchado a un carro o carruaje, lo cual es una situación mucho más peligrosa. Cualquier cosa que ayude a evitar que el caballo elija huir y poner en riesgo tanto a los caballos como a los humanos se considera una buena idea.