¿Cuáles son algunas de las adaptaciones estructurales de una rata canguro?

Cabeza

Las ratas canguro tienen cráneos anchos porque tienen grandes estructuras óseas que rodean el oído interno, lo que les proporciona una audición extremadamente sensible. También tienen ojos grandes porque son nocturnos y necesitan poder ver en la oscuridad. Tienen grandes bolsas en las mejillas forradas de piel donde pueden almacenar una cantidad de semillas antes de tener que regresar a sus madrigueras. Sus fosas nasales les permiten conservar agua reabsorbiendo la humedad de su propio aliento.

Cuerpo

A pesar de vivir en el calor del desierto, las ratas canguro no sudan. También tienen capas muy aceitosas. Ambas adaptaciones evitan que pierdan agua. Sin sudor, son menos capaces de enfriar sus cuerpos, por lo que usan sus patas delanteras para cavar madrigueras bajo tierra. Permanecen dentro de sus madrigueras durante el calor del día y emergen después de que el sol se pone a buscar comida. Sus capas marrones también les ayudan a mezclarse con la arena y el suelo.

Piernas y cola

Dos de las características más distintivas de las ratas canguro son sus largas patas traseras y su larga cola. Usan sus patas traseras para golpear el suelo cuando un depredador está cerca. También pueden saltar usando solo sus patas traseras, y usan sus colas para equilibrarlas a medida que avanzan. Pueden saltar varios pies a la vez y pueden cubrir mucho terreno rápidamente. Pueden buscar semillas en un área grande y elegir semillas que les proporcionen la mayor cantidad de agua.

Riñones

Las ratas canguro obtienen toda el agua que necesitan de sus alimentos porque comen semillas con alto contenido de carbohidratos, que producen agua cuando se metabolizan. Sus riñones son muy eficientes y producen orina cinco veces más concentrada que la orina humana. Son capaces de excretar desechos sin perder mucha agua. Esto les permite sobrevivir en el desierto sin beber.

Fuente: Adaptaciones estructurales de la rata canguro