Me estoy volviendo natural con mi cabello y necesito un poco de ayuda. ¿Cuáles son algunos productos y aceites naturales geniales que promueven el crecimiento saludable e hidratado del cabello?

¡Cuando te vuelvas natural, te recomiendo que también te quedes con productos para el cabello naturales! Puedes hacer tu propio acondicionador sin enjuague con aceite de coco y manteca de cacao, que es muy económico e incluso divertido. Cuantos menos químicos agregue a su cabello natural, más “natural” será realmente.

La mayoría de los champús secarán el cabello natural con sulfatos, a menos que diga “sin sulfatos”. Sin embargo, si no está contento con solo usar agua, obtenga algunos Dr. Bronners. Eliminará la suciedad sin resecar tu cabello. Los productos del Dr. Bronners también están hechos con aceites esenciales; Recomiendo las mezclas de almendras y lavanda.

Algunos productos en los que DEBE invertir son:
-Aceite de coco (virgen preferiblemente)
-Aceites esenciales de árbol de té, almendras, menta, romero y / o lavanda (puede agregarlos a cualquier acondicionador o base y todos tienen maravillosos beneficios de belleza)
-Shea o manteca de cacao (puedes derretirlos para crear tu propio acondicionador natural)

Los productos que más uso son los aceites de coco + romero y lavanda. El aceite de coco es el MEJOR acondicionador natural y no pesará su cabello ni lo engrasará (solo enjuáguelo bien con agua fría). El aceite de romero es un buen astringente, pero también ayuda con la circulación al cuero cabelludo, lo que estimula los folículos. El aceite de lavanda ayuda a aflojar el cuero cabelludo tenso, por lo que los acondicionadores pueden funcionar mejor, además es calmante y huele muy bien.
Para estimular el crecimiento, use un acondicionador como el mencionado anteriormente y masajee bien en el cuero cabelludo. El masaje del cuero cabelludo es realmente esencial para la salud y el crecimiento del cabello / cuero cabelludo. ¡Hazlo tantas veces como quieras!

Hay muchos productos de “cuidado natural del cabello”, pero salúdelos con escepticismo. Tienen tantos químicos en ellos que son innecesarios y pueden ser contraproducentes. Cuanto más simples sean los ingredientes, mejor.