Los perros, junto con muchos de nuestros compañeros del reino animal, son criaturas ricas en personalidad y variación, similares a los humanos (aunque quizás con alguna variación de grado). Como tal, sería imposible, sin un estudio de primera mano, hacer una sugerencia informada sobre la fuente del rechazo / incapacidad de sus perros para ingresar a la habitación en cuestión. Dicho esto, ¡nunca se diga que un miembro de Quora era reacio a alguna conjetura saludable !:
- Dependiendo del tamaño de su perro, podría haber un objeto en la habitación que lo intimide. Intente ver la habitación desde su perspectiva y deduzca, si es posible, lo que podría presentar una amenaza percibida. Podría ser algo tan inocuo como una cortina ondeante, un calentador que gorgotea o la forma en que la luz del exterior proyecta sombras.
- Teniendo en cuenta que el sentido del olfato de un perro es, proporcionalmente hablando, 40 veces más poderoso que el de un humano, puede haber algo en la habitación que en realidad * huele * mal.
- Los perros tienen una extraña memoria sensorial. ¿La historia de la habitación, en relación con la experiencia del perro en la casa (o tal vez, incluso otra casa con un diseño similar), presenta alguna pista?
- ¿Quizás la puerta no está abierta? 🙂