Este artículo sobre la regulación de la temperatura y el comportamiento en las aves es excelente. Estos son algunos de los puntos clave:
Si la temperatura ambiental cae, las aves aumentan su tasa metabólica para evitar que también baje su temperatura interna. [..] Para minimizar el costo energético de la regulación de la temperatura (“termorregulación”), las aves usan una variedad de rasgos morfológicos y de comportamiento para ajustar sus tasas de pérdida y ganancia de calor.
Específicamente con respecto a las patas de las aves:
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Cuando hace frío, la falta de aislamiento en las piernas las convierte en un sitio de posible pérdida de calor. Para minimizar tal pérdida, las arterias y venas en las patas de muchas aves se encuentran en contacto entre sí y funcionan como un sistema de intercambio de calor a contracorriente para retener el calor. La sangre arterial sale del núcleo del ave (tronco) a la temperatura corporal, mientras que la sangre venosa en la pata del ave es bastante fría. A medida que la sangre fría regresa hacia el núcleo, el calor se mueve por conductancia desde las arterias calientes hacia las venas frías. Por lo tanto, la sangre arterial que llega a los pies ya está fría y la sangre venosa que llega al núcleo ya se ha calentado. Además, al contraer los vasos sanguíneos en sus patas, un pájaro puede disminuir aún más la pérdida de calor al reducir la cantidad de flujo sanguíneo a sus pies a bajas temperaturas. Por lo tanto, mientras que la temperatura central de un pato o gaviota sobre hielo puede ser de 104 grados F, sus pies pueden estar ligeramente por encima del punto de congelación.
El comportamiento también puede desempeñar un papel importante en la reducción de la cantidad de calor perdido de las superficies sin plumas. Al pararse sobre una pierna y meter la otra entre sus plumas de pechuga, un pato o una gaviota en hielo reduce a la mitad la cantidad de superficie expuesta sin plumas del miembro; al sentarse y cubrir ambas piernas, se minimiza la pérdida de calor de las extremidades. En climas fríos, los juncos, gorriones y otros pinzones que se alimentan en el suelo con frecuencia caen y cubren sus piernas y pies con sus plumas de pecho mientras hacen una pausa en su búsqueda de alimento. En días fríos o ventosos, a menudo se puede ver a las aves playeras descansando con sus picos escondidos entre sus plumas, a veces combinadas con pararse sobre una pierna o sentarse. Y, por supuesto, las aves pueden mejorar aún más su aislamiento efectivo al esponjar sus plumas para aumentar el grosor de su “pelaje”.
En resumen, las aves tienen una serie de adaptaciones, tanto conductuales como anatómicas, que les ayudan a regular la temperatura de su cuerpo en condiciones extremas.