¿Cuál es la mejor manera de lidiar con un drogadicto que abusa de un perro en público?

Cuando el abuso es una cuestión de manejo rudo, no negligencia o mal cuidado, no es claro. En su caso, un hombre aparentemente está castigando a su perro sin que haya una buena razón, y lo está haciendo en público. Esto me recuerda la forma en que ves a algunas personas golpeando a sus hijos en público. El problema es que hay diferentes actitudes hacia lo que es apropiado.

No sé la mejor manera de detenerlo en este caso, pero si quisiera hacerlo, probablemente llamaría la atención al decirle en voz alta a otra persona: “¡Mira cómo ese hombre trata a su perro! Es vergonzoso”. “¡Ese perro se portó bien y lo está castigando!”

En mi opinión, confrontar directamente al hombre y decirle que lo está haciendo mal, o lo que sea, es probable que lo haga solidificar en su mente que está en lo correcto y que no sabes de qué estás hablando. Llevar al tribunal de la opinión pública, por otro lado, puede hacer que se pregunte si está siendo demasiado rudo.

Cuando el abuso es una negligencia clara o una atención deficiente, entonces es más fácil de manejar, porque puede obtener la fuerza de las autoridades detrás de usted. Si alguien no está cuidando a su perro, puede comunicarse con el control de animales, la policía o varios refugios y lo ayudarán a confrontar a la persona y conseguir que liberen al perro a su cuidado. También he conocido personas que se han enfrentado a personas sin las autoridades detrás de ellas y han conseguido que las personas renuncien a sus perros. Luego, puede encontrar un mejor hogar para el perro y todos tendrán una bonita historia que contar sobre cómo salvaron al perro.

Varias cosas que puedes hacer:

1. Habla con él. (Eso es lo que tu lado positivo te propondría). Como en cualquier situación de la vida: pruébalo con calma y amistad. Las palabras pueden ser la mejor solución.

2. Llamar a la policía. (Eso es lo que dice tu cerebro. Los policías probablemente no podrán cambiar al drogadicto, pero los drogadictos nunca se alegran de hablar con los policías. Por lo tanto, probablemente no volverá a hacer esto, al menos no en público).

3. Golpéalo. (Eso es lo que dice tu corazón). Lo último que puedes hacer es siempre lo más difícil 🙂

Golpéalo en la cara y roba a su perro.