¿Cómo navegan los pájaros usando la magnetorecepción?

Las células magnetoreceptivas aún no se han encontrado con certeza. Sin embargo, tenemos un número creciente de evidencia de que existen al menos dos sistemas sensoriales magnetoreceptivos diferentes que poseen las aves:

1. Sentido direccional de aves visualmente (“brújula”), probablemente formado por algunos fotorreceptores y / o células ganglionares en la retina que contienen criptocromos de proteínas sensibles a la luz

2. Alguna evidencia apunta hacia algunos magnetoreceptors aún desconocidos inervados con la rama oftálmica del nervio trigémino (el quinto nervio craneal). Esta rama inerva el pico superior, la piel alrededor de la base del pico. El grupo Fleissners afirmó que los receptores putativos fueron encontrados (Fleissner et al. 2007), pero recientemente fue cuestionado seriamente por un intento exhaustivo de replicar este hallazgo (Treiber et al. 2012, Nature). Aún así, cierta información magnética se transmite a través del nervio al cerebro (Heyeres et al. 2010 PNAS, Lefeldt et al. 2014), por lo que significa que algunos receptores magnéticos están en las terminaciones del nervio oftálmico, aunque no sabemos cómo funcionan. .

Respuesta corta: lo hacen, pero no sabemos exactamente cómo.

Respuesta más larga:
Sabemos que muchas aves tienen partículas de magnetita en su pico superior que responden en orientación a los campos magnéticos, como en los campos magnéticos de la Tierra. A través de la experimentación, sabemos que si colocamos un electroimán en la parte posterior de tal ave y lo encendemos y apagamos mientras están en vuelo, podemos interrumpir su capacidad de navegar, presumiblemente mediante el uso del campo magnético de la Tierra. El problema es que todavía tenemos que descubrir un mecanismo sensorial mediante el cual la orientación de las partículas de magnetita se transfiera como información al cerebro para su posterior procesamiento.

También sabemos que muchas aves tienen fotorreceptores en sus ojos que responden a los campos magnéticos a través de un efecto de emparejamiento de radicales químicos. Los cambios en el criptocromo en estos fotorreceptores son procesados ​​e interpretados por el cerebro y el pájaro puede usar esta información para ayudar en la navegación.