Todas las formas de contaminación (aire, agua, suelo, ruido) representan una seria amenaza para la biodiversidad. Los efectos de la contaminación en la biodiversidad son inmensos y no se pueden describir en detalle aquí, algunos de ellos se enumeran a continuación:
- La contaminación por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas puede permanecer en el aire como partículas contaminantes o caer al suelo como lluvia ácida. La lluvia ácida, que se compone principalmente de ácido sulfúrico y nítrico, provoca la acidificación de lagos, arroyos y suelos forestales sensibles, y contribuye a un crecimiento forestal más lento y daños a los árboles en las elevaciones altas.
- La radiación ultravioleta excesiva que proviene del sol a través de la capa de ozono en la atmósfera superior que es erosionada por algunos contaminantes del aire, puede causar cáncer de piel en la vida silvestre
- Los contaminantes químicos como los pesticidas y herbicidas se filtran en los suelos y las aguas subterráneas y causan el agotamiento de las aguas subterráneas. La contaminación química también puede causar disminuciones en la biodiversidad de las ranas y la masa de renacuajos.
- La contaminación por hidrocarburos (como parte de la contaminación química) puede afectar negativamente el desarrollo de organismos marinos.
- La contaminación de nutrientes (nitrógeno, etc.) causa el crecimiento excesivo de algas tóxicas que otros animales acuáticos comen y puede causar la muerte; La contaminación por nutrientes también puede causar brotes de enfermedades de los peces.
- Las plantas terrestres y acuáticas pueden absorber los contaminantes del agua (como su principal fuente de nutrientes) y pasarlos por la cadena alimentaria a los animales de consumo y a los humanos.